martes, 30 de abril de 2024

taller poemas narrativos Caballito 49034485 sabados domingos

 El borracho perfecto


Por las noches se emborracha
en el cafè de la esquina
mientras las parejas enamoradas 
hacen sus arrumacos màs o menos violentos

al atardecer, duerme impunemente la siesta
mientras todos los demàs hacen sus labores implacables
dueños de lo inesperado, saborean sus dulces espasmos

mientras escucha a Stravinsky, alucina con insolentes damiselas eròticas
quienes lo defraudan habitualmente
mediante sutiles estratagemas amorosas
y otros ardides vagamente romànticos: besos acaramelados
òsculos furiosos
convulsivos orgasmos medianamente bellos
embarazosos

no conforme con ello, sale por las noches absolutamente borracho
de amor
a pasearse por las calles màs o menos solitarias
o sino, en tren de gira, irrumpe en los salones de baile,
en las austeras milongas
con el objeto de bailar unos buenos tangos
a pesar de su penetrante olor a alcohol
y a tabaco
o incluso marihuana (es marihuanero ademàs de alcohòlico)

sin rumbo fijo, vaga por las calles por la madrugada
recordando obstinadamente las ladies que anduvieron
por sus brazos y abrazos
sus brasas
sus cenizas

por momentos se pone violento
con amigos y enemigos: entablan toda clase de charlas totalmente 
absurdas, incoherentes a màs no poder, pero
no puede dejar ese vicio maldito
que lo convierte en un balde
en un recipiente agujereado

borracho insolente, no puede con su falta de genio
y derrama improperios a diestra y siniestra
vomita en un tacho de basura 
en una direcciòn de escuela 
frente a atònitos directora profesores preceptores
y demàs autoridades y pùblicos empleados
pùblicos y privados funcionarios:

lo llevan al hospital en una ambulancia mientras lo conducen a la sala de guardia
llama por telèfono a su novia ausente, su inmòvil amada
a quien entre sollozos le comenta lo sucedido recientemente, le dan
asimismo alguna pastilla para que se deje de una vez por todas
de romper las pelotas con pelotudeces ojo lo burdo està prohibido
pero al borracho consuetudinario no le importa nada
o demasiado poco

esta es la vida entonces del perdido boracho:
lo echan de las librerìas
no consigue laburo por ninguna parte
hediondo a alcohol y tabaco 
(cuando no marihuana)
lo expulsan de los sitios màs obscenos y abstractos
los hoteles para pasajeros 
las pensiones màs sòrdidas no lo quieren ver
ni en figurita

increiblemente, en el Correo Viejo (un salòn de rock devenido
tanguerìa) se levanta una mina
pero en cuanto estàn por subir al auto de la piba
el muy pelotudo se pone a vomitar           
vomita durante un rato 
y luego en zigzag llega al Parque Rivadavia 
donde se duerme en un banco de la dicha plaza
mientras emergen las primeras luces
del amanecer ...

despierta
se dirige a la mansiòn que habita (heredada de sus padres)
duerme hasta el mediodìa
vuelve a despertarse
desayuna un gin con hielo una ginebra
recordando viejos tiempos nocturnos
cuando se paraba en la barra a contemplar a las bellas
mientras bailaban entre los brazos de los turros
que bailaban como los dioses
Nietzsche mediante

nada de gags, nada de bromas pesadas o livianas: 
parado en la barra, no era raro
que una lady se parara al lado y lo mirara fijamente o de reojo
como invitàndolo a bailar

ya medio ebrio
de alcohol y de amor por la hermosa
se posicionaba en el centro del ring danzante
y de pronto besaba apasionadamente 
esos labios ardientes
que lo volvìan loco de dicha

lamentable o afortunadamente, la mujer era casada
con un elegante filòsofo o sociòlogo màs o menos famoso en 
esos campos intelectuales, ella por su parte
tambièn era conocida en el ambiente tanguero y literario, publicaba
toda suerte de novelas, ensayos, poemas de amor incluso

èl recordaba lejanamente haber leido algo suyo en algùn tiempo
ahora sonaba Stravinsky, la primavera,
en una mesa se tomaba champàn y otras burbujeantes delicias
en la calle, habìa personas durmiendo a 
pesar del frìo, la lluvia, el gigante africano por ejemplo:
seguramente hablaba francès, el loco que hablaba solo ya no estaba 
nunca en la ochava de Beauchef y Rosario, frente al Parque Rivadavia: segura
mente habìa muerto, le habìa pasado algo, en esa ochava se sentìa esa ausencia
brillaba por eso

no vio màs a esa mujer pero siguiò escuchando que hablaban sobre ella
en algunos lados, algunos escombros, y a su dorima incluso lo vio
en el aparato televisivo, despotricando contra el actual Presidente de la Naciòn,
el anarcolibertario
o anarcocapitalista
(con què se come eso?)

continuaba tomando continuamente
su mente se iba deteriorando al tiempo que envejecìa, le 
gustaba el poeta salteño Manuel Castilla, aunque uno se pregunta
què diablos le verìa o què demonios leerìa allì mismo, en ese libro
del CEAL

so pretexto de ordenar la barrial biblioteca
se afanaba mientras tanto, cada dìa, cada noche, toda
clase de libros, en lo posible, primeras ediciones, libros raros y
antiguos, a 

veces lo descubrìan, entonces, obviamente, lo echaban a patadas
entreveradas con oscuras amenazas màs o menos jurìdicas:
volvìa a las andadas, pedìa prestado o fiado, vendìa libros

en puestos de chapa en ferias de libros donde en el verano
te recontracagabas de calor (no hay otra manera de decirlo): era el 
infierno libresco, enciclopèdico, que le dicen, el infierno
escolar: 

en sus ratos de ocio (que eran demasiados) se encamaba
con desdentadas prostitutas 
en casas tabicadas en habitaciones
estancos compartimentos negros
y gordas hetairas que procuraban hacerlo
acabar lo màs ràpido posible
o se lo pasaban de una a otra 
mientras le iban sacando todo su dinero
y evitando en lo posible
se quedara dormido
en un sillòn o futòn
mientras sonaba Mahler

mientras sonaba Mahler: borracho de dolor y angustia por sus
malditos vicios, como un Erdosain exacerbado y redivivo, no
obstante, se acostaba a veces, con pendejas bellìsimas
que lo despreciaban cordial y
francamente

ùltimamente dormìa en los parques pùblicos
o en hogares del Estado por las noches
afanandose en que no le afanaran
las pocas pertenencias 
que aùn empero le quedaban

otra costumbre suya era caminar durante horas
con el objeto de eliminar de una vez por todas
esa maldita busarda
Mahler o Stravinsky
mediante

lunes, 1 de abril de 2024

profesor particular de poesia narrativa domingos 1537704979

 Bailando rock con Jimmy Hendrix 

en Museo Rock de San Telmo 
con las pendejas màs hermosas y jiponas del universo
del universo rockero al menos
el universo rollinga con sus flequillos
sus remeras con esas sus grandes lenguas stonas
y sus elèctricas guitarras

dando vueltas girando sin parar
bajo los grandes cielos nocturnos tachonados de estrellas
y de una luna llena menstrual y làctea

para no hablar del bajo: ese maldito instrumento endemoniado 
marca el ritmo bailable
al tiempo que la viola enhebra melodìas y riff

tomados de la mano bailamos mientras me sonrìes
y me miras a los ojos obnubilada
pivoteamos sobre la punta de nuestros pies
vislumbrando
el orgasmo futuro y cercano

viejos arcanos y antiguas orgìas dionisìacas
Nietzsche mediante

recuerdo tus ojos ya en blanco
entornados 
y tu boca entreabierta
con tu lengua hùmeda y roja
como una llama roja
como tu cabellera larga y mojada

en efecto: hacìa un calor intolerable
francamente insoportable como tu belleza infernal

me hablabas al oido
pero no escuchaba nada 
debido a los altos decibeles
y a su mùsica diabòlica y màgica
que tenìa el efecto de enloquecerme de remate
como si mi vertebral columna
fuera una caña flexible y pensante

ah jimmy jimmy reverendo hijo de re 1000 putas
què y còmo carajos hacìa esas distorsiones sagazmente depravadas 
con la elèctrica viola
violero maldito
guitarrero infernal

como los criollos violeros que pobres y borrachos de hambre
suben a tocar y a cantar a medianoche
al colectivo atestado de bellos durmientes
laburantes o estudiantes 
que vuelven a su hogar 
mientras todos miran sus putos celulares
esos mierdosos videitos viciosos
que te comen la cabeza 
y te rompen la cabeza en 100.000 pedazos!!!

la luz fantasmal de los celulares
en medio del bondi nocturno
y el criollo violero remedando a jèndrix
como si se tratara de un 
imposible amor
un platònico
amorìo
cavernoso
y arltiano

el violero loco y locuaz
que toca un par de temas o
musicales piezas
y ya quiere cobrar

solo queda al bajar
con su viola destartalada y vieja
en medio de la noche de Boedo
mientras el 126 sigue su itinere

maldito jèndriz en las mañanas invernales e
infernales de Caballito
al ratearnos de la escuela
en esos viejos discos

pero vuelvo a sentir tu mano en la mìa
mientras bailamos y giramos
en una linea

sonriente me miras a los ojos
presagiando un efimero pero tronante polvo

suena la baterìa como cañones

y es el 

FIN

TALLER DE POESIA DOMINGOS FERIADOS CABALLITO 49034485

 Bailando rock con Jimmy Hendrix 

en Museo Rock de San Telmo 
con las pendejas màs hermosas y jiponas del universo
del universo rockero al menos
el universo rollinga con sus flequillos
sus remeras con esas sus grandes lenguas stonas
y sus elèctricas guitarras

dando vueltas girando sin parar
bajo los grandes cielos nocturnos tachonados de estrellas
y de una luna llena menstrual y làctea

para no hablar del bajo: ese maldito instrumento endemoniado 
marca el ritmo bailable
al tiempo que la viola enhebra melodìas y riff

tomados de la mano bailamos mientras me sonrìes
y me miras a los ojos obnubilada
pivoteamos sobre la punta de nuestros pies
vislumbrando
el orgasmo futuro y cercano

viejos arcanos y antiguas orgìas dionisìacas
Nietzsche mediante

recuerdo tus ojos ya en blanco
entornados 
y tu boca entreabierta
con tu lengua hùmeda y roja
como una llama roja
como tu cabellera larga y mojada

en efecto: hacìa un calor intolerable
francamente insoportable como tu belleza infernal

me hablabas al oido
pero no escuchaba nada 
debido a los altos decibeles
y a su mùsica diabòlica y màgica
que tenìa el efecto de enloquecerme de remate
como si mi vertebral columna
fuera una caña flexible y pensante

ah jimmy jimmy reverendo hijo de re 1000 putas
què y còmo carajos hacìa esas distorsiones sagazmente depravadas 
con la elèctrica viola
violero maldito
guitarrero infernal

como los criollos violeros que pobres y borrachos de hambre
suben a tocar y a cantar a medianoche
al colectivo atestado de bellos durmientes
laburantes o estudiantes 
que vuelven a su hogar 
mientras todos miran sus putos celulares
esos mierdosos videitos viciosos
que te comen la cabeza 
y te rompen la cabeza en 100.000 pedazos!!!

la luz fantasmal de los celulares
en medio del bondi nocturno
y el criollo violero remedando a jèndrix
como si se tratara de un 
imposible amor
un platònico
amorìo
cavernoso
y arltiano

el violero loco y locuaz
que toca un par de temas o
musicales piezas
y ya quiere cobrar

solo queda al bajar
con su viola destartalada y vieja
en medio de la noche de Boedo
mientras el 126 sigue su itinere

maldito jèndriz en las mañanas invernales e
infernales de Caballito
al ratearnos de la escuela
en esos viejos discos

pero vuelvo a sentir tu mano en la mìa
mientras bailamos y giramos
en una linea

sonriente me miras a los ojos
presagiando un efimero pero tronante polvo

suena la baterìa como cañones

y es el 

FIN

domingo, 31 de marzo de 2024

clases particulares Poesia en Caballito 49034485

 A los 18 años me habìa picado el bichito del baile

asì, sin comillas, sin parèntesis: la mùsica infernal
me volvìa absolutamente loco de remate
chiflado a màs no poder

y si por las mañanas salìa a trabajar
a vender diversos objetos por las calles
mediante corretaje
y si por las tardes me enfrascaba en el estudio
de las diversas literaturas 
habidas y por haber

por las noches concurrìa a las inefables milongas
a los misteriosos salones de baile
con el objeto de escuchar las màs maravillosas mùsicas
y bailar de ser posible
con las mujeres màs hermosas de este bendito planeta
o de mìnima las màs bellas del barrio
o de la milonga en cuestiòn

y no solo bailàbamos tango sino tambièn
cumbia romàntica
o de las otras
rock & roll
jazz o foxtrot 
folklore argentino: por lo general
gato
chacarera
escondido

pero lo que me enloquecìa era
el tango
y tener una bella entre mis brazos
mientras la conducìa por ensoñaciones varias
en contra de las agujas del reloj
por el borde de pista o palestra
donde procuràbamos no chocarnos
con las demàs parejas
so pena de recibir un sopapo o algo peor
a cambio 
de nuestras torpezas

esto no era todo: porque ademàs de bailar hasta
altas horas de la noche 
hasta la madrugada
no contentos con ello
nos dirigìamos con inaudita celeridad
hacia el hotel màs cercano
a los efectos de entregarnos a los juegos sexuales
màs obscenos y perversos 
o simplemente hacer el amor
hacernos el amor
mutuamente 
recìprocamente
y finalmente luego de los orgasmos respectivos
quedarnos dormidos seguramente desnudos
reflejados en el espejo rectangular del techo
en medio de la sombra de ese cuarto
o en una cama redonda y giratoria
una cama rodante
una cama errante

una rubia como un relàmpago enlutado de golpe
o una dama con su cabellera roja como una llama
o como una aurora
una aurora llamada precisamente Aurora

sì, me habìa picado el bichito del Gotàn
e ìbamos de una milonga a otra
bailando sin parar
no por dinero 
sino por el simple gusto de abandonarnos
al placer del movimiento

en efecto: nos movìa el movimiento: la
danza, la poesìa, el arte, el solo placer o desdichada dicha
que como una serpiente se enroscaba sobre nosotros
hacièndonos imposible el sueño, el cine
en el cual uds. serian jòvenes por toda la eternidad
una inmortalidad provisional 
pero eternidad al fin
o al menos eso creìan

nos pagaban sin embargo
cuando laburàbamos como extras
una jornada entera 
hasta caer agotados
y todo por unos pocos miserables dòlares

haciendo bailar a los tours de gringas durante las porteñas noches
o encamàndonos con algunas de ellas
nos acostamos
nos acostaban
nos dormìan
nos
descansaban
irrescatables

bailando en gimnasios
en un ring de boxeo antes de la pelea
en la calle
en plazas o paseos varios

en una suerte de maratòn de baile
cuyo premio era el beso en la mejilla
por la princesa seleccionada
en dicha oportunidad 

vendiendo golosinas en cines 
o repartiendo volantes los domingos 
por las calles
en los autos 
en sus limpiaparabrisas

otra època

pero volviendo al baile, al bailongo:
cumbia bailando con las no tangueras
abrazados entrecerrabas tus ojos
o los ponìas exactamente en blanco
cuando bastaba con rosar tu piel 
con las uñas de la mano
y ronroneabas como una gatita en celo
una gacela durmiente
y extremadamente bella
de una belleza francamente intolerable

parecìa mentira que existieran en este mundo
criaturas tan hermosas
acosadas por las calles 
durante las noches
mediante guarangadas piropos miradas inyectadas
mientras sonaba un rock

mientras sonaba un rock & roll
tomados de la mano
flotàbamos hacia la dicha
hacia una presunta felicidad

desnuda y caliente te refregabas contra mì
te enrosacabas como una vìbora roja y venenosa
te cerrabas sobre mì como una carnìvora planta
o como una araña pollito te cernìas sobre mì
con tus ojos negros y sonrientes
y tu boca dulce e insidiosa
bàsicamente

bàsicamente
me sonreìas dulcemente 
y tus negros ojos eran un abismo insondable
de ternura
y cariño

esa maldita mùsica rockera sonaba 
con esa capacidad de enloquecer a cualquiera
y bailàbamos como locos
como esos locos de la edad media
o de la clase media

y luego de bailar verticales
horizontales bailar en la cama
cabalgar como versos encabalgados

saxo y sexos
sexo y saxos 

pero ojo era inùtil
porque el baile no nos daba de comer
habìa que trabajar
estar al servicio de los clientes
recibir y cumplir las òrdenes de advenedizos insolentes
que un dìa antes tan solo eran empleados del mes o del año
todo para parar la olla
comer el plato de lentejas
so riesgo que nos comieran los piojos
pobres como una araña

vender objetos varios
dar clases acerca de temas que el conferenciante desconoce
especular con acciones, fijos plazos y dòlares
todo para sobrevivir a la inflaciòn
aguantar toda clase de insolencias
de faltas de respeto
agachar el lomo
humillarse y ofenderse
a siniestra y a diestra

ir entonces a bailar solo los fines de semana
pero ya agotados
ya ancianos marchitos
rebotar y planchar a lo loco
(todo tiempo pasado fue mejor)
despreciado
vulnerado
menoscabado

adios bellas
adios hermosas pendejas
adios bailarina de papel
adios danzarinas de cafè con leche
los domingos a la mañana 
en la pizzerìa o en el telo
màs cercano

adiòs juventud tesoro divino
adiòs adiòs para siempre o para nunca
adiòs purretas de estaciòn
adiòs para siempre pebetas novias imposibles
amores posibles o platònicos

adiòs el poema llega a su fin
el antipoema
el poema sin poesìa termina 
poesìa no escrita
contempla el mundo

baila hasta el hartazgo 
hasta la nàusea
baila hasta la saturaciòn total
hasta la alienaciòn absoluta 
pongo el automàtico
para variar a estas gringas
gringas de gringolandia
y sorber algunos copetines
algunos brebajes
o salir a la puerta a fumar
en medio de la noche y el invierno
hacer humos blancos

dame otra oportunidad!

o salir rumbo a Corrientes a comprarme unos libros
y dejar a la loca bailando sola
en medio de la pista 
como si estuviera borracha de soledad
o ebria de dicha
e hiciera el amor consigo misma
y luego se quedara dormida entre mis brazos
o sola en la cama 
con el vibrador en la mano

quema mis palabras!

clases individuales poesia domingos sabados feriados 49034485

 A los 18 años me habìa picado el bichito del baile

asì, sin comillas, sin parèntesis: la mùsica infernal
me volvìa absolutamente loco de remate
chiflado a màs no poder

y si por las mañanas salìa a trabajar
a vender diversos objetos por las calles
mediante corretaje
y si por las tardes me enfrascaba en el estudio
de las diversas literaturas 
habidas y por haber

por las noches concurrìa a las inefables milongas
a los misteriosos salones de baile
con el objeto de escuchar las màs maravillosas mùsicas
y bailar de ser posible
con las mujeres màs hermosas de este bendito planeta
o de mìnima las màs bellas del barrio
o de la milonga en cuestiòn

y no solo bailàbamos tango sino tambièn
cumbia romàntica
o de las otras
rock & roll
jazz o foxtrot 
folklore argentino: por lo general
gato
chacarera
escondido

pero lo que me enloquecìa era
el tango
y tener una bella entre mis brazos
mientras la conducìa por ensoñaciones varias
en contra de las agujas del reloj
por el borde de pista o palestra
donde procuràbamos no chocarnos
con las demàs parejas
so pena de recibir un sopapo o algo peor
a cambio 
de nuestras torpezas

esto no era todo: porque ademàs de bailar hasta
altas horas de la noche 
hasta la madrugada
no contentos con ello
nos dirigìamos con inaudita celeridad
hacia el hotel màs cercano
a los efectos de entregarnos a los juegos sexuales
màs obscenos y perversos 
o simplemente hacer el amor
hacernos el amor
mutuamente 
recìprocamente
y finalmente luego de los orgasmos respectivos
quedarnos dormidos seguramente desnudos
reflejados en el espejo rectangular del techo
en medio de la sombra de ese cuarto
o en una cama redonda y giratoria
una cama rodante
una cama errante

una rubia como un relàmpago enlutado de golpe
o una dama con su cabellera roja como una llama
o como una aurora
una aurora llamada precisamente Aurora

sì, me habìa picado el bichito del Gotàn
e ìbamos de una milonga a otra
bailando sin parar
no por dinero 
sino por el simple gusto de abandonarnos
al placer del movimiento

en efecto: nos movìa el movimiento: la
danza, la poesìa, el arte, el solo placer o desdichada dicha
que como una serpiente se enroscaba sobre nosotros
hacièndonos imposible el sueño, el cine
en el cual uds. serian jòvenes por toda la eternidad
una inmortalidad provisional 
pero eternidad al fin
o al menos eso creìan

nos pagaban sin embargo
cuando laburàbamos como extras
una jornada entera 
hasta caer agotados
y todo por unos pocos miserables dòlares

haciendo bailar a los tours de gringas durante las porteñas noches
o encamàndonos con algunas de ellas
nos acostamos
nos acostaban
nos dormìan
nos
descansaban
irrescatables

bailando en gimnasios
en un ring de boxeo antes de la pelea
en la calle
en plazas o paseos varios

en una suerte de maratòn de baile
cuyo premio era el beso en la mejilla
por la princesa seleccionada
en dicha oportunidad 

vendiendo golosinas en cines 
o repartiendo volantes los domingos 
por las calles
en los autos 
en sus limpiaparabrisas

otra època

pero volviendo al baile, al bailongo:
cumbia bailando con las no tangueras
abrazados entrecerrabas tus ojos
o los ponìas exactamente en blanco
cuando bastaba con rosar tu piel 
con las uñas de la mano
y ronroneabas como una gatita en celo
una gacela durmiente
y extremadamente bella
de una belleza francamente intolerable

parecìa mentira que existieran en este mundo
criaturas tan hermosas
acosadas por las calles 
durante las noches
mediante guarangadas piropos miradas inyectadas
mientras sonaba un rock

mientras sonaba un rock & roll
tomados de la mano
flotàbamos hacia la dicha
hacia una presunta felicidad

desnuda y caliente te refregabas contra mì
te enrosacabas como una vìbora roja y venenosa
te cerrabas sobre mì como una carnìvora planta
o como una araña pollito te cernìas sobre mì
con tus ojos negros y sonrientes
y tu boca dulce e insidiosa
bàsicamente

bàsicamente
me sonreìas dulcemente 
y tus negros ojos eran un abismo insondable
de ternura
y cariño

esa maldita mùsica rockera sonaba 
con esa capacidad de enloquecer a cualquiera
y bailàbamos como locos
como esos locos de la edad media
o de la clase media

y luego de bailar verticales
horizontales bailar en la cama
cabalgar como versos encabalgados

saxo y sexos
sexo y saxos 

pero ojo era inùtil
porque el baile no nos daba de comer
habìa que trabajar
estar al servicio de los clientes
recibir y cumplir las òrdenes de advenedizos insolentes
que un dìa antes tan solo eran empleados del mes o del año
todo para parar la olla
comer el plato de lentejas
so riesgo que nos comieran los piojos
pobres como una araña

vender objetos varios
dar clases acerca de temas que el conferenciante desconoce
especular con acciones, fijos plazos y dòlares
todo para sobrevivir a la inflaciòn
aguantar toda clase de insolencias
de faltas de respeto
agachar el lomo
humillarse y ofenderse
a siniestra y a diestra

ir entonces a bailar solo los fines de semana
pero ya agotados
ya ancianos marchitos
rebotar y planchar a lo loco
(todo tiempo pasado fue mejor)
despreciado
vulnerado
menoscabado

adios bellas
adios hermosas pendejas
adios bailarina de papel
adios danzarinas de cafè con leche
los domingos a la mañana 
en la pizzerìa o en el telo
màs cercano

adiòs juventud tesoro divino
adiòs adiòs para siempre o para nunca
adiòs purretas de estaciòn
adiòs para siempre pebetas novias imposibles
amores posibles o platònicos

adiòs el poema llega a su fin
el antipoema
el poema sin poesìa termina 
poesìa no escrita
contempla el mundo

baila hasta el hartazgo 
hasta la nàusea
baila hasta la saturaciòn total
hasta la alienaciòn absoluta 
pongo el automàtico
para variar a estas gringas
gringas de gringolandia
y sorber algunos copetines
algunos brebajes
o salir a la puerta a fumar
en medio de la noche y el invierno
hacer humos blancos

dame otra oportunidad!

o salir rumbo a Corrientes a comprarme unos libros
y dejar a la loca bailando sola
en medio de la pista 
como si estuviera borracha de soledad
o ebria de dicha
e hiciera el amor consigo misma
y luego se quedara dormida entre mis brazos
o sola en la cama 
con el vibrador en la mano

quema mis palabras!

sábado, 23 de marzo de 2024

profesor particular comunicacion y literatura 49034485

 El tango en Buenos Aires en los 90


Entrar a esas milongas era entrar al Tango
de repente, como quien no quiere la cosa
o màs como bien la quiere:

de pronto, sonaba Fiore, con Pichuco o con Piazzolla:
Tito amaba a Fiore y me contaba de las confiterìas,
de los bailes de los 40 y 50:

o bailando en Pompeya, en salones donde pasaban Cumbia media hora
y luego tango para los milongueros: o escuchar a Moràn con
Pugliese (con què otra orquesta iba a ser sino?):

yo escribo en la noche cual Neròn comiendo uvas negras:
mientras escucha al Flaco con Pugliese:

en la actualidad, las gentes arrojan viejos discos, libros, a la calle
como si fueran hojarasca, basura neta: en un acto de amor 
levanto esas despreciadas materias y escucho y leo por las noches
como si no tuviera otra cosa mejor que hacer o deshacer
ademàs de escribir poemas sin poesìa

podrà no haber Poesìa
pero siempre habrà poetas 
o antipoetas incluso
(incluso seudopoetastros: yo, por ejemplo)

como iba diciendo versos màs arriba: yo hacìa el verso,
el chamuyo sutil hacìa a las bellas
recitando suavemente poemas de amor en sus oìdos

ellas, las abogaduchas o pùblicas contadoras
reìan a carcajadas a causa de las sandeces que propalaba gratuitamente,
gratamente, mientras sonaba la mùsica:

corazòn de papel: todo ha terminado para quien esto escribe
para quien esto escribe, solo basta recordar los viejos tiempos
en los que bailaba noches enteras, dìas enteros
hasta altas horas de la noche, mientras amanecìa
hasta que las velas no ardìan

como si no tuviera otra cosa que hacer
bailaba como un condenado a muerte
aquella mùsica maravillosa que me volvìa absolutamente loco de atar
loco de remate

y todo mientras como negras uvas cual Neròn
mientras Roma se quema

de pronto, o de golpe, entraba al salòn de baile
como si entrara al Tango mismo: las parejas bailaban lentamente
tete a tete
mejilla a mejilla
hablàndose al oìdo
o miràndose a los ojos
como 2 enamorados
perdidamente

el tango alternaba con la Aventura, el vals criollo y la milonga
tambièn con la cumbia, el jazz, el pasodoble y la salsa
en una especie de licuadora musical y danzante

yo iba de una punta a otra del salòn como un angustiado
procurando levantarme una mina
o en su defecto, bailar unos buenos tangos
con una hermosa que bailara bien

pero no todo se limitaba al tango
porque tambièn bailàbamos rock & roll
que nos hacìa transpirar un montòn
al punto de dejar el saco sobre la silla
o desencorbatarnos

y la cosa no terminaba allì
porque al terminar el baile
nos dirgìamos al hotel o albergue màs cercano
con el fin de hacernos el amor 
y acabar felizmente fulminados
por ese rayo interior
aquel dulce terremoto llamado orgasmo
que nos hacìa quedarnos dormidos inmediatamente
desnudos y abrazados
o simplemente haciendo cucharita

para entonces ya era domingo a la mañana
y presurosos nos dirigìamos a la confiterìa màs cercana
con el objeto de desayunar un sabroso cafè con leche con medialunas
que por aquel tiempo era medianamente barato
y no como ahora 2024 que es un afano total
debido a la hiperinflaciòn dosificada

Perdòname

Tango abolerado, como le gustaba decir a Tito Bardi
por Pacheco y Fresedo      

Y a la tarde del domingo, otra vez a bailar sin parar
como si no existiera otra cosa que hacer
los fines de semana
que milonguear y hacer el amor
miràndonos a los ojos como 2 serpientes mutuamente hipnotizadas
y hablàndonos al oido
mientras tomamos unos ricos copetines
y miramos bailar a las parejas 
la mùsica màs hermosa del universo
.

miércoles, 20 de marzo de 2024

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 No hay nada como el baile


No hay nada como bailar:
sentì que la sangre circula por tus venas
y la mùsica (si te gusta, obviamente)
entra por tus oidos y recorre todo tu cuerpo:

llega un momento en que la mùsica y el bailarìn
son una sola unidad: la mùsica y la danza son una sola cosa:
no importa

si bailàs bien o mal: si amàs bailar
te importa un bledo eso:
claro que si te gusta
tratàs de hacerlo lo mejor posible

pero si hacès lo que amàs
te importa un cuerno
ser famoso 
o ganar dinero

si se trata de baile de pareja 
tenès ademàs
a una bella
entre tus brazos
mientras bailàs la mùsica que te gusta
y te abandonàs al placer de entregarte al movimiento
(como me dijo Omar Viola una noche)

no hay nada como la mùsica
no hay nada como bailar con una hermosa
tomados de la mano
miràndose ambos a los ojos
como 2 enamorados
o mejilla a mejilla
tete a tete
abrasados
en la humedad del deseo

recuerdo mi lejana o cercana juventud
cuando se me acercaban las hermosas
luego de una exhibiciòn de baile
a hablarme
(lo que por otra parte ocasionaba ciertos celos
en mi novia y pareja de baile de aquel entonces)

ganaba algunos dineros
pero còmo amaba la mùsica
en forma enloquecedora
mientras bailaba con las ladies

bastaba pararme en la barra a descansar
a beber unos ciertos brebajes o copetines
cuando una dama se me paraba al lado mìo
y comenzaba a mirarme 
o simplemente me charlaba 
y acto seguido me invitaba a bailar

claro que yo no solo querìa bailar:
tambièn deseaba encamarme con las mujeres en cuestiòn:
me importaba un corno si bailaban bien o mal:
ya a esa altura de la noche estaba absolutamente harto de milonguear
y solo deseaba echarme un polvo
o sencillamente 
irme a dormir

no tenìa la menor gana
de que me acostaran 
o me durmieran
mediante ciertas estafas o defraudaciones posibles

tampoco tenìa ninguna gana
de pagar una cena o cosas por el estilo:
a esa altura del partido
ya no tenìa un maldito centavo en el bolsillo
o en la billetera

por eso tendìa a elegir a las màs veteranas
a las cuarentonas o cincuentonas:
por lo general, ellas viven solas
y arden en deseos de acostarse con un pendejo bailarìn
que si baila bien se presume que coge bien

quizàs no era mi caso: a esa altura de la noche
ya estaba completamente agotado: deseaba darme una ducha
no sin antes echarme un polvo
o tomar una cocacola
comer una pizza
de ser posible una grande de muzzarella:

no habìa comido nada desde el mediodìa
irìa tal vez a desayunar cafè con leche con medialunas
al cafè o confiterìa de la esquina de 
Scalabrini y Còrdoba
(ahora hay una farmacia allì)

pero la mùsica, el baile y las minas me podìan con todo
asì que luego de estar 1 2 horas en el hotel màs cercano
volverìa de nuevo a La Viruta
para bailar y de ser posible
levantarme otra mina

era todo una locura
còmo podìa vivir de esa manera?

ahora me doy cuenta que era
irremediablemente joven:
era la potencia de la juventud la que me llevaba fatalmente
a bailar dìas enteros
noches enteras
como si se tratara de una maratòn teatral, cinematogràfica y
bàsicamente danzante

me dejaba llevar por la mùsica
y por el chamuyo sutil de algunas pebetas
que no contentas con bailarme
pretendìan ademàs sonsacarme algunas bebidas
o algunas piezas bailables

ya estaba harto
totalmente saturado 
de que me usaran para bailotear ad honorem
o simplemente cogerme 
con la exigencia absolutamente ridìcula
de que encima yo corriera con todos los gastos
en cuestiòn de segundos
con lo caro que cobraban ademàs todo
un ojo de la cara o algo peor

allà por el 2001 aproximadamente
mandè toda aquella vida al carajo
porque no me llevaba a ninguna parte
y me dediquè a laburar
y a acostarme temprano:
nada de trasnochar
nada de milonguear

incluso dejè de fumar
y no solo tabaco

por las mañanas iba a trotar al parque
y me nutrìa de una dieta rica en frutas y verduras
pollo
pescado
huevo
y làcteos
bàsicamente

tambièn leìa un libro de poesìa
un libro tras otro

pero dificlmente se encuentra poesìa
en los libros de poesìa:

podrà no haber poesìa 
pero siempre habrà poetas

y yo pretendìa ser uno de ellos

pues no solo leìa poesìa
sino que hasta pretendìa escribirla

ello solìa suceder por regla general
en bares de mala muerte
que se caìan a pedazos
y para colmo de males
llenos de humo
aunque hubiera bebès en el lugar
y aspiraran esa mierda
esa basura tabacal
o tabaquera

cada tanto iba a bailar
pero en forma esporàdica
y planchaba como loco:
ya nadie me conocìa
era uno màs del montòn
yo que a los 20 habìa ganado torneos de baile
en la esquina de Corrientes y Esmeralda
no en cualquier lugar
sino en esa esquina famosa
que dio lugar
al gotàn del mismo nombre

planchaba como loco
rebotaba a lo loco:
era la decadencia:
totalmente periclitado
la procesiòn iba por dentro:
me querìa matar realmente:
habìan pasado muchos años
y no conocìa a nadie
y nadie me conocìa

por màs que me empilchara de punta en blanco
con mis mejores jetras y pilchas
era inùtil: encorbatado y copeteado
iba de un lado al otro
rebotando y planchando

y volvìa a mi casa
con la experiencia del màs absoluto fracaso
y me acostaba recordando 
los viejos buenos tiempos de la juventud
cuando fui joven y vagamente hermoso
y las bellas solicitaban mis servicios danzantes
para envidia y celos de los demàs bailarines
que a la salida de la milonga
deseaban recontragarme a trompadas
a piñas
pero ya entonces de pendejo
cultivaba y dominaba el sutil arte de
soslayar giles de lecherìa
esquivar otarios
turros a patadas

a veces por las noches
de luna llena
o de intensas tormentas de alerta rojo
bailo en la soledad de mi hogar 
recordando los viejos tiempos
o simplemente escucho mùsica
y escribo
seudo poemas
que nadie jamàs leerà
porque el que lee esto es un ...